Marta no respondió a su pregunta. Lo
miró a los ojos con expresión provocativa, y con ambas manos tiró de la
chaqueta de él y se acercó a sus labios húmedos, carnosos. Jesús, que hasta el
momento la tenía sujeta por la cintura, enterró sus manos en los cabellos
sueltos de Marta. Era su primer beso y deseaba recordarlo para el resto de su
vida.
Un deseo arrebatador se apoderó de
ambos cuerpos. A pesar de estar en avanzado estado de gestación, notó como sus
pechos se endurecían ante la excitación. Lo tomó de la mano y se dirigieron a
la antigua habitación, situada en la primera planta de la casa y cerró la
puerta con llave.
Ya dentro, lo empujó hacia una pared
lateral y se abalanzó sobre él; se sentía primorosamente perversa. Jesús
mordisqueó el lóbulo de la oreja de ella, ocasionando espasmos de placer por
todo su cuerpo. Con mucha deferencia, acarició sus senos, colosalmente
agrandados por el embarazo. Ella, por su parte, manoseaba su trasero por encima
del pantalón, subía las manos juguetonas hacia la espalda, aguijonando sus uñas
y después recorría pecho y abdomen. Un fuego rusiente recorrió ambos cuerpos
embriagados por el deseo y el placer.
Una llamada en la puerta avisando
que ya estaba servida la comida, interrumpió aquel momento fogoso y apasionado.
Después de almorzar, salieron a dar un pequeño paseo. La matrona le había dicho
que para ir dilatando, sería conveniente caminar al menos media hora al día.
Me gusta, pero coloca un poquito más de la novela, para deleite de todos tus amigos
ResponderEliminarFeliz año querida Sandra, y te espero en mi MUro y de más de 1500 amigos, para aportar tu granito de arena, nuestro lema:"Por la Cultura y la Paz del Planeta
Bonita y agradable escena de amor entre una embarazada y un hombre. Difícil de encontrar en literatura o en el cine. Considerado como un tabú, influencia del catolicismo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Lindo, me gusto! !
ResponderEliminarLindo, me gusto! !
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