NO SUFRAS MÁS - POEMA DEDICADO A PERSONAS QUE SUFREN ACOSO

POEMA DEDICADO A LAS VÍCTIMAS QUE SUFREN ACOSO

Comprendo cómo te sientes,

ahogada en ese mar,

pintado de negro,

frío,

sin latidos.

Asustada, amenazada,

aislada de la vida,

enterrada viva en la soledad.

El miedo se apodera de tu alma,

muerta de dolor,

arrancada en silencio,

sumisa, exclava.

El acoso,

en todos sus términos,

duele, mata,

aisla y deprime.

Las risas se convierten en llantos,

las burlas en persecución,

la tristeza en depresión,

y la envidia en enfermedad.

El hostigador se cree superior,

con derecho a sepultarnos,

 en su inmundicia,

gris, tortuosa y fustigante.

Con poderes para gritar,

Imponer, subyugar e intimidar.

De sus ojos emana odio, envidia,

de su boca, chantaje, coacción.

De sus actos, violencia, narcisismo.

Te sientes impotente y ajusticiada,

agotada por tanta justificación,

despreciada, subestimada

y humillada.

Aquellos que decían ser amigos,

se han convertido en cómplices del mal,

en testigos mudos o falsos,

nunca libres de tener que caminar,

por esa senda de espinas,

y dolorosamente empedrada.

Ese ser despreciable,

consigue subestimarte,

con sus actos y palabras,

llegando al punto, insensato,

de poner término a tu vida.

No tortures tu apreciada mente,

porque esos sentimientos,

de pena y aflicción,

de desesperanza y miedo,

pasarán a ser,

en un futuro no muy lejano,

decisión y lucha.

Recuerda que no estás sola,

pues somos muchas las víctimas,

que con valentía y persistencia,

conseguimos lo que ellos desprecian:

estima, valor, decisión y coraje.

Importante es buscar ayuda,

leer sobre el tema,

y nunca avergonzarse de la situación.

Recordad siempre,

que los malos son ellos,

nosotros,

somos los damnificados,

que por nuestras cualidades personales,

llenas de virtudes y honestidad,

fuimos pasto de un fuego atroz,

cuyas llamas destructoras,

nos convirtieron en personas más firmes,

seguras, fuertes y convincentes.

Ese cáncer que dicen que somos,

se volverá en su contra,

y morirán solos,

repudiados por la sociedad,

hundidos en su propio vómito.

No calles,

no ocultes,

no tengas miedo.

Sal y habla,

expresa tus sentimientos,

muestra tu opinión,

y nunca,

pero nunca,

renuncies a tus sueños.

SANDRA EC